En el tercer capítulo de la guía para convertirte en un mejor empresario vamos a centrarnos en uno de los principales males que asolan a cualquier empresario en las diferentes etapas de la vida de su empresa.
Las temidas deudas… Una vez más, estamos ante un problema cultural. Nos han educado desde bien pequeños para endeudarnos, está muy bien visto por la sociedad que tengamos una hipoteca, que paguemos un coche o cualquier cosa a plazos y que por qué no decirlo aquí, estamos en confianza, dejar alguna «letrita» por pagar de vez en cuando es humano y a quien no le ha pasado, total luego refinanciamos la deuda y ya está ¡Hasta podemos irnos de vacaciones!.
Pues bien, seguro que te estás preguntado que tiene que ver todo esto con tu empresa. La cosa está muy clara, no se si eres consciente pero eres tal como eres y te comportas así, tanto en tu vida personal como en tu empresa. Por este motivo, si durante todos estos años nos han «programado» para endeudarnos y nos han inoculado la cultura del pago a plazos, es lógico que muchas veces nos dejemos llevar por ello en al gestión de nuestra empresa. Y aquí es dónde comienzan los verdaderos problemas en las organizaciones, con la gestión de proveedores, las deudas a corto, medio y largo plazo, nuestra falta de previsión con respecto a la liquidez y como permitimos que el bucle de deudas se alargue hasta nuestros colaboradores, heredado desde nuestros clientes que también se retrasan en sus pagos.
Como he dicho en la primera parte de este capítulo, es un tema cultural y ha llegado el momento de ponernos a la tarea de cambiarlo. Está claro que no podremos cambiar todo el mercado de golpe, pero estoy seguro de que si que podemos cambiar lo que esté en tu mano. Así que desde este mismo momento… ¡Vamos a pagar todas nuestras deudas!
Tercer punto de cinco pasos para convertirte en un mejor empresario. ¡Paga tus deudas!
Bueno bueno, ya está bien de hablar de problemas, ya lo hemos puesto todo en contexto y quizás en este punto haya perdido a mucha cantidad de lectores que no están de acuerdo con lo escrito anteriormente, pero lo que verdaderamente importa es que tú sigas leyendo estas líneas. Voy a centrar toda mi atención para aportarte el máximo valor y contarte como ha mejorado mi vida profesional, gracias a mi actual relación con las deudas; de proveedores, prestamos a corto plazo y demás cuestiones monetarias con las cuentas de mi empresa. A continuación voy a dejarte algunos pilares fundamentales para que puedas mejorar tu relación con las deudas y pasar a un siguiente nivel profesional.
Tener deudas te produce un verdadero desgaste energético, te hace perder el tiempo en gestiones que te impiden centrarte en las cosas verdaderamente importantes de la empresa, en el core de tu negocio. Sólo por la buena sensación que produce pagar las deudas con la mayor prontitud ya vale la pena hacerlo. Estoy seguro de que cuando lo hagas, te vas a sentir mucho más próspero y esto llevara tu empresa al siguiente nivel.
1. Paga a tus proveedores como te gustaría que tus clientes te pagaran a ti.
Esta es una máxima que aplicamos en mi empresa desde hace años, nos hemos propuesto romper con esa dinámica cultural que tienen algunas empresas de pagar a 30, 60 e incluso 90 días. Como dice un buen amigo mío «Pagar una factura a más de 60 días está cerca de robar «, esto es así de claro, normalmente exiges plazos y trabajos complicados, por lo tanto, tu compromiso debe ser cumplir con el pago en la mayor brevedad posible. En nuestro caso solemos pagar nuestra facturas a proveedores en el mismo día, al día siguiente o como muy tarde esa misma semana. Te puedo asegurar que es una manera excelente de contar con la confianza de proveedores y que siempre estarán dispuestos a ayudarte en el momento que lo necesites.
Contar con una red de proveedores saneada sin duda te hace ser mejor empresario. Por lo tanto cuida los pagos a proveedores y paga sus facturas en la misma semana de su emisión.
2. Antes de comprar vende.
Una buena manera de evitar deudas que puedan ahogar tu negocio, es vender antes de comprar. Me explico, imagínate que tienes un negocio de venta de servicios de imprenta, te compras los materiales: Una impresora offset, una furgoneta para repartir los trabajos, compras 2 toneladas de papel y sales a la calle a vender. Puede suceder en ocasiones, por lo que sea, que no consigas conectar con tu publico objetivo o que tu producto no sea lo que el mercado espera. Acabas de meterte en una deuda importante con una complicada solución, algunas veces, cuando más apurados estamos, más nos ponemos las pilas para conseguir sacar la cabeza del hoyo en el que nosotros mismos nos hemos metido, pero por lo general, será un consumo de energía brutalmente innecesario y seguro que es mucho mejor, antes de hacer grandes inversiones, tantear el mercado.
En el ejemplo anterior, hubiera sido mucho mejor trabajar con otra imprenta colaboradora y nosotros hacer de comerciales, en el momento viéramos un importante volumen de ventas, sería un buen momento para realizar la inversión anterior o mejor todavía, esperarnos a tener el dinero necesario para poder comprar dichos materiales y así evitas generar grandes deudas a corto plazo que minarán tu energía en el día a día.
Es preferible vender tu producto o servicio, incluso cuando no lo tengas. De esta manera podrás valorar el interés que tiene tu mercado en aquello que vendes. Una vez validado el producto o servicio, podrás ampliar tus infraestructuras en la medida que la facturación te permita realizar inversiones sin generar deudas insalvables.
3. Evita financiar, si no puedes comprar ahorra.
Este punto, está muy relacionado con el anterior y con la presentación de este capítulo. Culturalmente estamos programados para endeudarnos, nuestros padres lo han hecho, nuestros amigos lo hacen, otros empresarios han demostrado que arriesgando y jugándose hasta las zapatillas de casa en sus empresas, han conseguido triunfar. Es verdad que quien no arriesga no gana, pero también lo es, que hay otros métodos para triunfar con menos riesgo y uno de los más ciertos es el de este punto. Si no puedes comprar no financies, ahorra hasta que puedas comprarlo.
Ya sé que en ocasiones es necesario financiar tu empresa o algunos de tus proyectos. Los clientes a veces tardan en pagar, no tienes bien estimado el flujo de caja y te cuesta trabajar en los cobros con tus clientes, se que desgasta mucho, en mi caso es uno de los principales trabajos dentro de mi empresa. No quiero decirte como debes dirigir tu empresa, sólo me gustaría concienciarte para que una de tus últimas opciones sea la de financiar o aquí te dejo algunas ideas que puedes hacer antes de meterte en préstamos o créditos:
- Renegocia con tus clientes los plazos de pago. Más allá de lo que pensemos, al final hacemos negocios con personas y por lo general suelen ser razonables, estoy seguro de que si les explicas tu situación, seguro que la entienden y si os quieren como proveedores tratarán de que estéis contentos y sigáis trabajando con ellos.
- Ser más eficiente en los plazos de entrega. Es uno de los principales motivos de los retrasos en los pagos y por lo tanto una causa de la falta de liquidez de las empresas. Se excelente en el cumplimiento de plazos y podrás exigir a tu cliente en los vencimientos de los pagos.
- Establece un plan de ahorro dentro de tu empresa. Crea una nueva cuenta bancaria, en la que vayas guardando el 20% de tu facturación para posibles imprevistos, te puedo asegurar que esta medida reducirá mucho la incertidumbre dentro de la organización.
- Domiciliación bancaria. En ocasiones los clientes no atienden a sus pagos por falta de compromiso contigo, sino por falta de organización. Es decir, extravían tus facturas o tienen muchos documentos que tramitar y por este motivo, en ocasiones aunque quieren pagarte a tiempo, no llegan a la fecha de vencimiento. Una buena manera de evitar esta situación es realizando una domiciliación bancaria de las facturas. Si ya sé, que las domiciliaciones tienen gastos, pero lo puedes negociar con tu banco y si haces cuentas de verdad, verás que es mucho más rentable tener el dinero lo más pronto posible en tu banco, frente a los posibles gastos que este sistema de pago te pueda generar.
- Busca pagos periódicos y mantenimientos. No hay mejor manera de evitar tener que refinanciar las deudas de tu empresa que teniendo facturas periódicas con tus clientes. Deberías enfocar tus ventas a productos que sean de pagos recurrentes, mantenimientos mensuales, fees y todo lo que pueda aportar una estructura financiera mensual.
- Penalizar a tus clientes por el retraso en los pagos o mejor aún, premiarles por los pagos adelantados. Considero este punto algo drástico pero vital para el funcionamiento de cualquier negocio. Ya sabemos que culturalmente a nuestros clientes les cuesta pagar y debemos incentivarles con alguna penalización en el retraso de la fecha de vencimiento de los pagos, que deberá estar incluida como clausula a la firma del contrato. O mejor todavía, incentivar a nuestros clientes, aplicando un descuento en el pronto pago, esto se tendrá que tener en cuenta en el precio final ya que puede afectar gravemente a nuestro margen de ventas.
Una vez hemos pasado todo este proceso y todavía tenemos problemas financieros. En el caso de que no puedas evitar la financiación, te dejo algunos detalles a tener en cuenta en el siguiente punto del artículo.
Hay muchas maneras de obtener liquidez en nuestras cuentas antes de tomar la decisión de buscar financiación externa para nuestro negocio. Agóta todas las opciones antes de meterte en una financiación complicada.
4. Si tienes que financiar que sea con la menor cantidad de dinero posible.
Estoy seguro que como te comentaba anteriormente, la mayoría de la financiación de nuestras empresas se podría haber evitado con una buena política financiera. Si una vez realizado todo lo comentado anteriormente todavía piensas que necesitas financiarte, ten en cuenta los siguientes detalles:
- Intenta financiar la menor cantidad de dinero. Siempre tenemos la mala costumbre de decir, bueno ya que estamos dame 5.000€ más, evítalo y pide exactamente para tu necesidad puntual.
- Financiación en el menor tiempo posible. Si puedes quitarte algunos plazos de pago, mejor para reducir los intereses del crédito. Por supuesto, dentro de la medida que esto sea posible, tampoco se trata de ahogarte con los pagos de la financiación.
- Cero avales. Todavía es posible obtener financiación con la menor cantidad de avales que tu entidad financiera te permita, siempre tirando a cero. Si tienes que avalar, que sea con la empresa, tratando de desvincularte personalmente de dicha deuda.
- Compara diferentes ofertas. Olvídate, un director o similar a dejado de ser un asesor financiero para pasar a ser un comercial que en ocasiones trata de venderte el producto que más le interesa o por aquel que su entidad más le prima. Compara la oferta financiera con diferentes bancos, lee la letra pequeña y quédate con la menos peor oferta.
Como ya estamos metidos en la harina de la financiación, algo que hemos querido evitar a toda costa en este artículo. Ahora mismo voy a darle una vuelta a todo mi argumento y a contarte, para que tengas las dos versiones de todo, aquellos casos en los que si que resulta útil e interesante contar con una financiación. ¡Allá vamos!:
- Financiar un activo. Es una de las pocas ocasiones en las que te puedo recomendar que financies. En este caso, si el activo te otorga ciertos dividendos que incluso están por encima de la financiación, estás haciendo una buena operación financiera. Te pongo un ejemplo sencillo: Estás pagando un hipoteca por una propiedad que tienes alquilada, con este alquiler se paga completamente la financiación, además de los gastos de la propiedad. En estos casos, además estás convirtiendo un pasivo (Que pide gastos anuales y mensuales) en un activo financiado que en un futuro a medio plazo te generará buenos beneficios. Lo mismo podemos aplicar, para un vehículo de la empresa, oficinas y todo activo que consideremos nos va a ayudar a facturar o a vender mas. Este es uno de los pocos casos en los que te recomendaré utilizar una buena financiación.
- Un desfase temporal de tesorería. O diferencias de fechas entre los cobros y los pagos, o lo que es lo mismo, que ya te has acostumbrado a pagar bien pronto a tus proveedores, como debe de ser, y a tus clientes les cuesta un poco más. En este caso, sólo cuando sean diferencias temporales, se financiarán a corto plazo mediante pagarés en lineas de descuento o descuento de recibos. Estas líneas se negocian también con al entidad financiera y se debe comparar con varias para ver cual de ellas ofrece la mejor opción.
Desde mi punto de vista, la financiación bancaria, es uno de los últimos recursos que debe utilizar una empresa para solventar problemas de liquidez. Si no hay más remedio, busca y compara para quedarte con la oferta menos mala.
Y con esto terminamos el tercero de los cinco capítulos de la serie Guía de Cinco pasos para convertirte en un empresario de mayor éxito. Si no puedes dejarte las uñas largas para esperar el siguiente episodio, házmelo saber, con comentarios en este blog, para motivarme a escribir más rápido y no lo olvides. ¡Paga tus deudas!